Hoy en día, avanzamos muy rápidamente, la tecnología ha llegado para quedarse y evolucionar cada día más, esto significa que tenemos que cambiar el chip. A día de hoy, madres y padres no saben cómo gestionar el uso de la tecnología con sus hijos y la mayoría de veces el uso de la tecnología se convierte en un problema familiar, a veces la tecnología y los niños deriva en:
- -Mal comportamiento
- -Falta de Atención
- -Poca empatía
- -Aumento de Agresividad
La gran parte de las veces, el uso de la tecnología lo vemos como algo negativo porque su uso siempre desemboca en comportamientos negativos. Al ver este tipo de comportamientos las familias optan por eliminar las tecnologías de sus vidas, castigando a los hijos unos días sin móvil o sin jugar a los videojuegos. Luego viene la otra parte, cuando un menor está aburrido porque su padre o madre no le puede atender y en ese momento los padres solucionan su aburrimiento dándole un móvil o una consola para que les dejen “tranquilos”.
Entonces, viendo y analizando estos casos os preguntaréis: ¿es la tecnología algo malo o somos nosotros que no sabemos cómo usarla?
La Solución del uso de la Tecnología
La solución estaría en el uso consciente y buscar un equilibrio en la convivencia de tecnología y personas. ¿Y cómo se hace eso?
- Usar juntos el móvil o el ordenador (viendo películas o haciendo videoconferencias conjuntas)
- Cuando estemos en comidas familiares, en un parque jugando o dando un paseo, interactuar con los niños preguntándoles que tal la semana o que tal el colegio, que asignatura es su favorita, sacándoles temas de conversación que puedan parecerles interesantes para mantener una conversación cara a cara.
- No usar nuestros dispositivos móviles mientras nuestro hijo juega e intentar interactuar con él.
- Intentar jugar online en juegos que sea necesario jugar en grupo, de esa forma compartiremos el momento de jugar e interactuaremos todos juntos.
Siguiendo estas pautas podremos usar la tecnología en equilibrio y fomentaremos la empatía y convivencia entre nosotros. La solución no está en castigar a los niños sin móvil por usar mal el móvil, tenemos que enseñarle formas positivas de usar ese dispositivo, porque si castigamos a los niños sin su dispositivo estamos apartándolos de la actualidad y de algo que tarde o temprano tendrán que saber cómo usar para su día a día.
La tecnología fomenta la creatividad y nuevas formas de aprender, para un niño es más divertido aprender con un libro de animales que emite sonidos y música que un cuento que solo se escucha el pasar de las páginas. Usemos la tecnología de forma responsable y juntos podremos convivir con ella.